¿Y si tu hijo/a pudiera mostrar por fin lo mejor de sí mismo… gracias al vínculo único con un caballo?
Mejoras visibles en su confianza, gestión emocional y relaciones — en un espacio natural y seguro, desde las primeras sesiones.
¿Para quién es?
Niños y adolescentes (2–18 años):
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Altamente sensibles o con ansiedad
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Con TEA, TDAH u otros trastornos del neurodesarrollo
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Con dificultades relacionales o de comportamiento
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O simplemente con falta de confianza o rumbo
¿Para qué padres?
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Que creen profundamente en su hijo/a y en su potencial
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Que quieren verlo/a florecer, no solo “sobrevivir”
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Que han probado otros enfoques sin resultados duraderos
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Que buscan una solución a la vez suave y eficaz
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Que quieren que su hijo/a gane confianza, calma y habilidades para la vida
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Que desean sentirse acompañados e implicados en el proceso
A veces, todo parece una lucha…
Las salas de espera, los diagnósticos, los medicamentos, los consejos de todos…
Has probado muchas cosas, pero no siempre ves resultados.
Sabes que tu hij@ es diferente, únic@, y sueñas simplemente con que sea feliz.
¿Y si la solución no fuera “hacer aún más”, sino hacerlo de otra manera?
En un entorno natural y seguro, la equinoterapia ofrece un espacio vivo, tranquilizador y profundamente regulador, donde tu hij@ puede:
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Calmar sus emociones,
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Reforzar su confianza,
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Explorar sus fortalezas a pesar de sus dificultades,
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Vivir logros concretos y visibles, al ritmo del vínculo con el caballo.
Para niños/as hipersensibles, neurodivergentes o que han perdido sus puntos de referencia, la equinoterapia es un respiro.
Es un momento en el que se aprende jugando, moviéndose, estando con el caballo… y consigo mismo.
¿Y los padres?
Mis clientes dicen que aprenden a observar de otra manera, a escuchar de forma distinta, y que recuperan un rol activo y sereno en el desarrollo de su hij@. Descubren a un niñ@ capaz de mucho más de lo que imaginaban, y vislumbran nuevas posibilidades para el futuro.
Cada sesión es personalizada y concebida como un pequeño paso en un camino de crecimiento: una transformación sutil pero profunda, que se prolonga en la vida familiar cotidiana.
Mi metodología
1. Un acompañamiento personalizado
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Un espacio seguro
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Retos emocionales, cognitivos y físicos adaptados
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Creación de un vínculo de confianza entre el/la niñ@, el caballo y yo
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Consolidación de estrategias de autorregulación emocional
2. Aventura familiar
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Creación de nuevas dinámicas y posturas en sesiones organizadas con los padres
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Sugerencias personalizadas en cada informe para continuar el trabajo entre sesiones
3. Celebración y exhibición
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Una demostración de habilidades que cobra vida
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Espectáculo ecuestre individual o en grupo
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Celebración del equipo niñ@–padres–caballo
¿Quién soy?
Soy Antonia Eraud, equinoterapeuta certificada y apasionada por los caballos desde los 6 años.
He acompañado a cientos de niños y adolescentes, respetando su singularidad, sus dificultades y su impulso vital.
Formada en psicología (Universidad de Oxford), pedagogía por la naturaleza, yoga, preparación mental y derecho animal, ofrezco un enfoque sensible, concreto y completo.
También soy madre, autora y estoy profundamente convencida de que los niños necesitan movimiento, naturaleza y vínculo para desarrollarse plenamente.
Con mis caballos Bambú y Thor, creo un espacio seguro y cálido donde los niños pueden revelarse a su propio ritmo.
¿Te reconoces en la historia de tu hijo?
Estos son cuatro perfiles de niños que acompaño a menudo — cada uno único, con sus fuerzas y sus retos.
El Gran Sensible
para quien el mundo exterior suele ser demasiado intenso
Para este niñ@ altamente sensible, los sonidos, las palabras, las emociones —el propio mundo— pueden resultar abrumadores.
Siente todo con mucha profundidad y, a veces, se refugia en su burbuja o desarrolla estrategias para protegerse.
Ves su enorme riqueza interior, pero también su fragilidad. Quieres ayudarle a abrirse sin obligarle a encajar en moldes, a reconectarse poco a poco con el mundo y con quienes le quieren.
Aquí, el caballo se convierte en un verdadero mediador: habla su lenguaje no verbal y ofrece un puente vivo y suave para que el niño pueda abrirse y volver a conectar con la vida.
El Prometedor
para quien el mundo es cautivador (y a veces demasiado)
Sociable y encantador, este niñ@ siente curiosidad por todo: el movimiento, una hoja, un insecto… Quiere verlo, tocarlo y entenderlo todo.
Pero al querer explorarlo todo, a veces pierde la concentración y le cuesta aprovechar todo su potencial de aprendizaje.
Tu hij@ te conmueve con su inocencia, pero su distracción —a pesar de sus grandes capacidades— te preocupa. Quieres ayudarle a calmarse y concentrarse.
El caballo se convierte en una estructura viva: un marco tranquilo y constante que le ayuda a mantenerse con los pies en la tierra, a enfocarse y a transformar su curiosidad en experiencia real.
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El Maestro del Mundo
para quien todo necesita estar bajo control
Para este niñ@ de pensamiento rápido, todo debe tener sentido.
Piensa con intensidad, quiere entenderlo todo y anticipar cada situación posible.
Cada imprevisto se siente como una alerta —y detrás de esa mente poderosa suele haber un miedo: el miedo a perder el control.
Admiras su precisión y su madurez, pero te duele verlo en un estado de vigilancia constante. Quisieras que pudiera respirar, confiar y soltar un poco.
Con el caballo, tu hij@ encuentra un amigo al que no puede controlar, pero con quien puede sentirse seguro.
Aprende que la confianza no nace del control, sino de la conexión.
El «Demasiado» Discreto
para quien el mundo parece un lugar donde es mejor no ser visto
Este niñ@ tiene mucho talento y un gran corazón, pero le falta confianza.
Minimiza sus logros, esquiva los cumplidos y rara vez reconoce su propio valor.
Sabes que tu hijo tiene oro dentro de sí y quisieras que él también pudiera verlo, que reconociera su fuerza y su valor.
El caballo ve lo que tu hij@ oculta.
Percibe la verdad bajo la superficie, y al sentirse visto sin juicio, el niño empieza a descubrir su fuerza tranquila… hasta revelarse a sí mismo.
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Lo que hace única mi forma de trabajar
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Escucha atenta y detallada → Veo los pequeños detalles que otros pasan por alto, y los uso para ayudar a progresar.
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Informes detallados tras cada sesión → Siempre sabrás cómo y por qué mejora, con consejos concretos para aplicar en casa.
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Entorno seguro y motivador → El caballo se convierte en un compañero, no en una herramienta.
¡A caballo!
Lugar
En un entorno natural, en Sant Cebrià de Vallalta o Sant Just Desvern (según el día).Duración de la sesión
Aproximadamente 1h.Frecuencia
En general cada semana o cada dos semanas, según vuestra disponibilidad.Seguimiento
Cada sesión da lugar a un informe personalizado enviado a los padres, con pistas de observación, sugerencias concretas y a veces una visualización para rehacer en casa.Tarifas
75 € por sesión individual
65 € por sesión con compromiso trimestral
60 € por sesión con compromiso durante el año escolar
Historias de familias con jinetes y amazonas muy especiales
Una terapeuta llena de energía positiva
«Antonia es extraordinaria, llena de sensibilidad e inteligencia. Lo supe desde nuestro primer encuentro, ¡y cada vez lo confirmo más! Hace un trabajo admirable con mis hijos. Yo misma soy psicóloga clínica, y quería que mis gemelos de 6 años aprendieran a identificar sus emociones. Esperan con ilusión cada semana volver a ver a Antonia y a su adorable perrita Frida. El contacto con el caballo es valioso, los beneficios son evidentes. No puedo más que recomendar a esta terapeuta llena de energía tan positiva.»
Delphine, psicóloga clínica
Mi hija se recarga profundamente…
«Cada semana, mi hija apunta su sesión con Antonia en su agenda. La espera como un soplo de aire fresco, un momento para ella, en medio de semanas escolares muy exigentes para una niña disléxica. Con Antonia es diferente: está en la naturaleza, en contacto con los caballos, se recarga profundamente mientras trabaja mucho sobre la comunicación, la confianza en sí misma y las relaciones con los demás.
Gracias, Antonia, por la energía que transmites, la delicadeza de tu enfoque y tu amabilidad.»
Esther
Mi compromiso con vosotros
Seguimiento personalizado
Recibirás un informe personalizado después de cada sesión, con observaciones claras y los próximos pasos a seguir.
Colaboración activa
Tienes un papel activo en el proceso y en la evolución de tu hijo.
Trabajamos juntos para que cada paso contribuya a su progreso y bienestar.
Escucha y atención al detalle
Mi escucha, mi presencia y mi atención a los pequeños detalles garantizan un acompañamiento realmente a medida, donde cada niño avanza a su ritmo… pero siempre avanza.
Plazas limitadas
Acompaño a un número reducido de niños para asegurar la calidad y la personalización de cada proceso.
Actualmente trabajo tres días a la semana (martes, jueves y viernes) en Sant Just Desvern, en el Centre d’Equitació Poni Club de Catalunya, y dos días (lunes y sábado) en Sant Cebrià de Vallalta (Maresme).
Si no tengo disponibilidad, haré lo posible por ponerte en contacto con otros profesionales y/o te incluiré en mi lista de espera, para que seas el primero en saber cuando se libera un horario.
Las próximas etapas
1. Tomamos un tiempo para hablar de tu hij@, de tu percepción y de lo que buscáis.
2. Eliges tu horario para la sesión de descubrimiento
3. Quedamos y nos conocemos y observo a tu hijo/a con el caballo
4. Te llevas las primeras pautas y un plan adaptado de seguimiento
Preguntas frecuentes
P: ¿Es necesario que a mi hijo le gusten los caballos?
R: No. Muchos niños llegan sin conocer a los caballos y se van habiendo creado una conexión real con ellos.
P: ¿Y si tiene miedo?
R: Avanzamos a su propio ritmo, siempre respetando sus emociones y su nivel de confianza.
P: ¿Hay que comprometerse a un número de sesiones?
R: No. Puedes probar una primera sesión antes de decidir si quieres continuar.
P: ¿En qué se diferencia de una clase de equitación?
R: En equinoterapia, el objetivo no es la técnica, sino la transformación interior — desarrollar la calma, la confianza y la conexión.
P: ¿Cuántas sesiones se necesitan?
R: La mayoría de las familias notan cambios en menos de tres meses: más calma, más concentración y más confianza.
P: ¿La equinoterapia sustituye una terapia tradicional?
R: No. La equinoterapia no sustituye un seguimiento médico o psicológico,
pero ofrece un espacio vivo y experiencial donde las emociones pueden expresarse y regularse.
Es especialmente útil para los niños a los que les cuesta hablar o abrirse en un entorno cara a cara.
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